Nuestros oídos son receptores prodigiosos de sonidos, pero delicados: solo soportan una carga acústica determinada. Algunas enfermedades del oído pueden producir sordera total o parcial, así como trastornos en nuestro sentido del equilibrio.
La audición de un ruido o de un sonido es posible gracias a que nuestros pabellones auditivos u orejas captan ondas sonoras y las envían a través del conducto o canal auditivo externo hasta el tímpano, una membrana que vibra al entrar en contacto con las ondas sonoras y transmite dicha vibración a la serie de huesecillos que conforman el llamado oído medio.
Por último, las vibraciones se convierten en impulsos eléctricos gracias al caracol, situado en el oído interno, y se transmiten a través del nervio auditivo hasta el cerebro, que es donde se produce realmente la audición.
También podemos captar la vibración de las ondas sonoras a través del cuerpo, mediante el tacto. La percepción no es igual, pero a muchas personas sordas les sirve para aprender a hablar y les permite disfrutar con la música e incluso bailar.
+info: El proceso de la audición
Bibliografía:
- Música. Introducción a la música 1, serie escucha, Santillana, 2015.
- Oído humano
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